Además, la correcta combinación de los anteriores parámetros de la cal hidratada permite ofrecer productos de elevada reactividad. En ese sentido, entre los efectos que el uso del hidróxido cálcico va a aportar con su uso se encuentra la regulación del pH del entorno en el que se emplea, además de encapsular metales e higienizar, sin olvidar que también reacciona con la sílice, originando estructuras puzolanas.
Podemos encontrar el hidróxido cálcico en el aporte de calcio y modificadores del pH para la industria alimentaria, así como en la gestión de gases, con gran efectividad de captación de contaminantes ácidos en los humos industriales. Sirve también como aditivo en piensos para alimentación animal y en los rediles de ganado tiene un gran poder higienizante, lo que reduce el número de patógenos y de virus. En la industria azucarera se puede usar para precipitar las impurezas y obtener sacarosa purificada. También posee ventajas en el tratamiento de lodos, al resultar un excepcional coadyuvante en la destrucción de los microorganismos y bacterias presentes, lo que sirve a la vez para neutralizar el mal olor de forma drástica. En el tratamiento de aguas, sus propiedades son especialmente aprovechables porque actúan como clarificadoras, coagulantes, neutralizantes y precipitantes de contaminantes disueltos.
Sus características no solo son ventajosas frente a otras familias de productos químicos sino que además aportan un carácter tecnológico a este producto que destaca principalmente en las aplicaciones medioambientales.