La cal es un término genérico que designa las formas físicas en las que pueden aparecer el óxido de calcio y el de magnesio, (CaO y MgO) y/o el hidróxido de calcio y/o el de magnesio, (Ca (OH)2 y Mg (OH)2). La normativa que define las especificaciones, definiciones y criterios de conformidad para las cales de construcción es la norma UNE EN 459.
La cal ha sido desde la antigüedad un producto ampliamente utilizado en la construcción. De hecho, el mortero de cal es el único material usado en arquitectura que ha demostrado una permanencia de siglos, e incluso milenios, ejemplificada en las catedrales medievales y en las construcciones romanas.
En la actualidad la cal hidratada (Hidróxido de Calcio) continúa siendo parte integrante de materiales constructivos como: morteros preparados, premezclas para escayolas, suelos mejorados, pinturas, asfaltos, etc.
La cal viva (Óxido de Calcio) se utiliza en la estabilización y mejora de suelos arcillosos durante la construcción de carreteras, vías férreas, aeropuertos, etc. En este campo de la ingeniería civil también ha quedado demostrado que la adición de cal hidratada (Hidróxido de Calcio) a las mezclas asfálticas para la construcción de carreteras permite la obtención de una mejor calidad en las mismas, y la reducción de sus costes de mantenimiento.
El Carbonato de Calcio Precipitado (PCC) se integra igualmente en materiales de construcción como los perfiles de ventanas de PVC, sellantes para la construcción, y en diversos tipos de pavimentos sintéticos por sus propiedades reológicas y la calidad de los acabados que proporciona.